Por miles de años hemos creído en supersticiones de origen incierto. Entre ellas, algunas tienen una base en la realidad, y otras son ideas que se han arrastrado por años. A continuación, algunas de las supersticiones más conocidas y sus orígenes.
7. Abrir un paraguas dentro de la casa.
Aunque en nuestros días se dice que abrir un paraguas adentro causa mala suerte, es probable que este factor haya sido agregado luego. En la época victoriana, durante el siglo XVIII donde los paraguas tenían un gran tamaño y todavía no estaban mejorados, era común que al abrirlo dentro se lastimara a alguien o se rompiera algo. A la larga se prohibió abrir estos enormes artefactos dentro, y devino en la conocida frase de que causa mala suerte.
6. Caminar debajo de una escalera.
Esta creencia proviene del antiguo Egipto, donde la figura formada por una escalera contra la pared, o sea un triángulo, era considerada sagrada y pasar a través de ella era una deshonra. Es por esto que las pirámides y otros símbolos sagrados egipcios llevan esta forma. Años más tarde, los cristianos tomaron esta superstición, pero teniendo en cuenta sus propias creencias. La presencia de una escalera durante la crucifixión hizo que todas las escaleras fueran vistas como algo malo, y como signo de traición.
Sin embargo otra explicación más sensata está dada por el sentido común, que dice que pasar debajo de una escalera puede hacer que te lastimes y que se caiga quien está encima. Es más fácil asegurarse pasando alrededor o lejos de ella.
5. Espejos rotos.
En la Grecia antigua, los espejos eran usados para adivinar el futuro. Cuando una persona estaba enferma, se sumergía un espejo en el agua. Si se veía el reflejo claro, sobreviviría; si estaba distorsionado, era probable que muriera. Por otro lado, los romanos creían que los ciclos de la salud eran de 7 años, y agregaron a la superstición este factor temporal.
En el siglo XV, cuando se hicieron los primeros espejos, eran muy caros, por esto, cuando un sirviente rompía un espejo no podía reemplazarlo, lo que significaba mala suerte para él, que tenía que soportar los castigos.
4. Barrer por la noche.
La idea de que trae mala suerte viene de los tiempos donde la luz era pobre y no existía forma de alumbrar más que una vela. El peligro de que la vela pudiera prender fuego las escobas, que eran hechas de materiales inflamables, hizo que se dejara esta tarea para las horas del día. Además, era imposible ver si se perdía un objeto pequeño.
3. Derramar sal.
Ya desde épocas antiguas, los sumerios tenían la costumbre de volcar un poco sobre el hombro izquierdo cuando derramaban sal. Otros pueblos como los egipcios, romanos y griegos también hacían esto. La sal era un elemento muy preciado, que incluso dio origen a la palabra salario. Derramar sal, algo muy caro y muy valioso, se consideraba mala suerte por estar malgastándola.
A esto se agrega que en general los espíritus de Dios están en la mano derecha, mientras que en la izquierda se encuentran el Diablo y los malos espíritus. Por eso, echar la sal por encima de nuestro hombro izquierdo ahuyenta a los demonios en nuestra espalda.
2. Gatos negros.
Para los egipcios, todos los tipos de gatos daban buena suerte, y que se cruzara en tu camino era una buena señal. Sin embargo, durante la Edad Media en Europa, la idea era la contraria. Los gatos negros estaban asociados a la brujería e incluso se consideraba que estaban poseídos por demonios, por tanto cruzarse con uno significaba que el diablo nos estaba mirando. Cuando los europeos llegaron a América, transmitieron todas estas creencias.
Video realizado una Asociación Protectora de Animales para fomentar la adopción de gatos negros:
link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=sgV_dB8GmGI
1. El número 13.
La idea de que el número 13 causa mala suerte viene de la cultura nórdica y de su religión politeísta. En una fiesta a la que asistieron 12 dioses en Valhalla, un salón de Asgard, se hizo presente Loki, el dios del mal, y el número subió a 13. Todos intentaron echar a Loki, y en la batalla fue asesinado Balder, el más importante. En la religión cristiana, la superstición es un poco parecida, siendo Judas el invitado número 13 de la última cena, y quien finalmente traicionó a Jesús.
7. Abrir un paraguas dentro de la casa.
Aunque en nuestros días se dice que abrir un paraguas adentro causa mala suerte, es probable que este factor haya sido agregado luego. En la época victoriana, durante el siglo XVIII donde los paraguas tenían un gran tamaño y todavía no estaban mejorados, era común que al abrirlo dentro se lastimara a alguien o se rompiera algo. A la larga se prohibió abrir estos enormes artefactos dentro, y devino en la conocida frase de que causa mala suerte.
6. Caminar debajo de una escalera.
Esta creencia proviene del antiguo Egipto, donde la figura formada por una escalera contra la pared, o sea un triángulo, era considerada sagrada y pasar a través de ella era una deshonra. Es por esto que las pirámides y otros símbolos sagrados egipcios llevan esta forma. Años más tarde, los cristianos tomaron esta superstición, pero teniendo en cuenta sus propias creencias. La presencia de una escalera durante la crucifixión hizo que todas las escaleras fueran vistas como algo malo, y como signo de traición.
Sin embargo otra explicación más sensata está dada por el sentido común, que dice que pasar debajo de una escalera puede hacer que te lastimes y que se caiga quien está encima. Es más fácil asegurarse pasando alrededor o lejos de ella.
5. Espejos rotos.
En la Grecia antigua, los espejos eran usados para adivinar el futuro. Cuando una persona estaba enferma, se sumergía un espejo en el agua. Si se veía el reflejo claro, sobreviviría; si estaba distorsionado, era probable que muriera. Por otro lado, los romanos creían que los ciclos de la salud eran de 7 años, y agregaron a la superstición este factor temporal.
En el siglo XV, cuando se hicieron los primeros espejos, eran muy caros, por esto, cuando un sirviente rompía un espejo no podía reemplazarlo, lo que significaba mala suerte para él, que tenía que soportar los castigos.
4. Barrer por la noche.

La idea de que trae mala suerte viene de los tiempos donde la luz era pobre y no existía forma de alumbrar más que una vela. El peligro de que la vela pudiera prender fuego las escobas, que eran hechas de materiales inflamables, hizo que se dejara esta tarea para las horas del día. Además, era imposible ver si se perdía un objeto pequeño.
3. Derramar sal.
Ya desde épocas antiguas, los sumerios tenían la costumbre de volcar un poco sobre el hombro izquierdo cuando derramaban sal. Otros pueblos como los egipcios, romanos y griegos también hacían esto. La sal era un elemento muy preciado, que incluso dio origen a la palabra salario. Derramar sal, algo muy caro y muy valioso, se consideraba mala suerte por estar malgastándola.
A esto se agrega que en general los espíritus de Dios están en la mano derecha, mientras que en la izquierda se encuentran el Diablo y los malos espíritus. Por eso, echar la sal por encima de nuestro hombro izquierdo ahuyenta a los demonios en nuestra espalda.
2. Gatos negros.
Para los egipcios, todos los tipos de gatos daban buena suerte, y que se cruzara en tu camino era una buena señal. Sin embargo, durante la Edad Media en Europa, la idea era la contraria. Los gatos negros estaban asociados a la brujería e incluso se consideraba que estaban poseídos por demonios, por tanto cruzarse con uno significaba que el diablo nos estaba mirando. Cuando los europeos llegaron a América, transmitieron todas estas creencias.
Video realizado una Asociación Protectora de Animales para fomentar la adopción de gatos negros:
link: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=sgV_dB8GmGI
1. El número 13.

La idea de que el número 13 causa mala suerte viene de la cultura nórdica y de su religión politeísta. En una fiesta a la que asistieron 12 dioses en Valhalla, un salón de Asgard, se hizo presente Loki, el dios del mal, y el número subió a 13. Todos intentaron echar a Loki, y en la batalla fue asesinado Balder, el más importante. En la religión cristiana, la superstición es un poco parecida, siendo Judas el invitado número 13 de la última cena, y quien finalmente traicionó a Jesús.
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