VAMPIROS DE EUROPA
Europa, la tierra de los vampiros
A continuación les
presentamos una lista con todos los principales tipos de vampiros
originarios del folclore europeo. Y es que Europa es el continente de
los vampiros por excelencia: es allí donde se originó la leyenda del
Conde Drácula y otros vampiros nobles como el Conde Estruch, y donde
casi en cada región hay un tipo particular de vampiro, como los upir
rusos con sus colmillos de hierro y sus encías ensangrentadas, o los alp
alemanes que se cuelan en los sueños eróticos de las mujeres para
drenarles algo más que la tranquilidad...
Alp:
Originario de
Alemania, este vampiro es asociado con el boogeyman y el incubus, pues
suele rondar por las noches y colarse en los sueños de las mujeres.
Viola y chupa la sangre de las mujeres entrando en su alcoba a través de
sus sueños eróticos. Cuando ellas lo sueñan, él se materializa
físicamente, pudiendo ser realmente peligroso. Siempre vinculado a las
pesadillas, el Alp es de género masculino y a veces asume la forma de un
pariente difunto de la víctima. Si durante el parto de un niño la madre
emplea el "collar de caballo", éste puede convertirse en un Alp. En la
Edad Media se creía que los Alp aparecían en forma de gato, cerdo,
pájaro u otro animal, incluyendo al perro-demonio del lechorus, propio
de Colonia y vinculado con la tradición del hombre lobo. El espíritu del
Alp puede volar como un ave y cabalgar como un caballo. Así mismo, el
Alp tiene actitudes galantes, aunque prefiere la sangre de los pezones
de los hombres y de los niños pero ama la leche de las mujeres...
Baobhan-Sith:
Viene de Escocia, le
gusta usar un vestido verde y suele asumir las formas de una hermosa
virgen para engañar a sus víctimas, atraerlas y darles muerte.
Bruxa:
Esta vampira (siempre es de género femenino) es de Portugal, y por
las noches sale de su guarida asumiendo la forma de un ave, atormentando
a los viajeros cansados y extraviados bajo esa apariencia. Sin embargo,
cuentan que la mayoría del tiempo asume el aspecto de una hermosa
mujer, llevando una vida normal durante el día. Su forma verdadera solo
puede desatarse ante la brujería, y su alimento favorito son los niños
de carnes tiernas y puras...
Dearg-due:
Las dearg-due o Red
Blood Suckers, son jóvenes vampiresas del folklore irlandés, que
supuestamente han asumido ese estado tras cometer suicidio por ser
forzadas a casarse. En consecuencia, buscaran levantarse de sus tumbas y
matarán, ya siendo vampiras, a su esposo y a su padre, para luego
chupar la sangre de cualquier víctima humana propicia.
Solo las pueden detener apilando piedras sobre su sepulcro. Según la
historia más famosa de dearg-dues, en Waterford yacía, enterrada cerca
de un árbol que crecía en el camposanto de una iglesia, una
mujer-vampiro que varias veces al año se levantaba de su tumba,
asumiendo la forma bella que tuviera en vida, a fin de llevar a
cualquier incauto a un viaje sin retorno...
Doppelsauger:
Este vampiro alemán se encuentra en las regiones norte, entre los
Wends (una raza de Eslava). El nacimiento del Doppelsauger puede darse, o
bien cuando una madre se excede en el tiempo de amamantar a su hijo, o
bien cuando no lo amamanta nada.
La única manera de impedir que un sospechoso de poder transformarse
en Doppelsauger lo haga, es colocando una moneda entre sus dientes antes
de que muera, cuando está agonizando. Pero la moneda, preferiblemente
de cobre, tiene que renovarse periódicamente por diez años.
Como medida alternativa, pueden atarse las mandíbulas del muerto en
el ataúd; y, si cualquiera de los métodos preventivos falla, se puede
reemplazar la puerta de la casa en que vivió cuando era humano, pues así
se lo confundirá
Si nada consigue detenerlo, su modus operandi será siniestro, ya que
desgarrará los senos de su víctima en vana búsqueda de leche: primero
acabará con la raíz de su mal, su madre, luego irá a sus parientes
femeninas en orden decreciente de consanguineidad... Solo los hombres se
salvarán, a menos que intenten detenerlo.
Empulsas:
Es una vampiresa de la mitología griega, de la que se dice que está a
las órdenes de la diosa infernal Hecate. Descrita como un demonio que a
veces toma forma humana (generalmente apareciendo como mujer fenicia) y
que también puede transformarse en animal doméstico, la empusa gusta de
merodear por parajes desérticos cuando hay luna llena, y disfruta
seduciendo a jóvenes lascivos y apasionados, para acostarse con ellos y
después chuparles la sangre.
Eretica:
Este tipo de
vampiros rusos pueden ser hombres o mujeres, y se originan generalmente a
partir de cadáveres que, por pertenecer en vida a alguien hereje, son
vehículos propicios para la posesión de un espíritu maligno. Sin
embargo, también pueden surgir a partir de que una mujer venda su alma
en vida, volviendo de la muerte bajo el aspecto de una vieja repugnante y
ojerosa. Inclusive, algunas tradiciones antiguas dicen que, si uno se
duerme sobre una tumba, puede convertirse en un vampiro de este tipo.
Por fortuna estos vampiros solo atacan en otoño, aunque dicen que su
odio es tan grande que pueden matar con una simple y prolongada mirada
directa.
Katalkanas:
Este vampiro viene de Creta y sólo puede ser aniquilado si se le hace un tajo en la cabeza y se le echa vinagre hervido.
Krvopijac:
Vienen de Bulgaria y se parecen a los vampiros comunes, pero cuentan
con un solo orificio nasal y una lengua puntuda. Para neutralizarlos,
puede ponerse rosas alrededor de sus tumbas, o recurrir a un mago con el
suficiente poder para encerrarlo en una botella que habrá de arrojarse a
una hoguera.
Kozlak:
Este vampiro proviene de la región croata de Dalamtian, y no se sabe casi nada de él, salvo que es muy popular en su zona.
Lamia:
Se hablaba de Lamias
en la antigua Roma y Grecia. Estas son vampiresas, que a menudo
aparecen con la mitad inferior animal (generalmente de serpiente) y la
mitad superior humana. Se alimentan de la carne de sus víctimas y beben
su sangre, pero pueden ser destruidas con armas normales.
En la mitología vasca se describen como hermosísimas mujeres con
pies de pato, cola de pescado y garras de algún tipo de ave, que moran
siempre alrededor de ríos y fuentes, donde adoran peinar sus largas
cabelleras con relucientes peines de oro puro. Generalmente se muestran
amables, al punto de que las leyendas dicen que han ayudado en la
construcción de dólmenes, puentes y otras estructuras. No obstante, se
enfurecerán si se les roban los peines de oro.
Por su parte, la lamia del folclore búlgaro es escalofriante, ya que
tiene varias cabezas que resurgen si se cortan, y además mata y bebe la
sangre de sus víctimas, generalmente mujeres jóvenes. Cuentan que vive
en cuevas o en el subsuelo, y algunas leyendas afirman que tiene alas y
aliento de fuego.
Leanhaum-Shee:
Originaria del folclore irlandés, esta vampiresa se puede catalogar
como "vampira astral", ya que emplea hechizos para engañar a los
hombres, encantarlos y drenarles poco a poco su fuerza vital.
Lobishomen:
Presente tanto en Portugal como en Brasil, este vampiro solo toma
pequeñas dosis de sangre, y ataca casi siempre a las mujeres, dejándolas
ninfómanas después de chuparles sangre...
Lugat:
Este vampiro viene de Albania y es un ejemplo de misericordia en el
reino de los hematófagos, ya que toma tan poca sangre de la víctima, que
jamás le causa daños representativos.
Mara:
Es una vampiresa más
conocida en el folclore eslavo, aunque también está entre los Kashube
de Canadá. Se cree que todas las maras vienen de mujeres sin bautizar, y
que cuando beben la sangre de una persona, ésta se transforma en su
amante, recibiendo las visitas de la mara hasta morir, en el transcurso
de lo cual, si hay niños, estos pueden perjudicarse, pues la mara gusta
de la sangre infantil.
Mormo:
Es un vampiro de la mitología griega, que sirve a la diosa Hécate y proviene del inframundo.
Moroi:
Es un tipo de vampiro del folclore rumano, que cuando tiene género
femenino se llama "moraica". Según algunas versiones, es un tipo de
vampiro energético porque es el fantasma de un muerto que deja su tumba
para drenar energía (no sangre) de un vivo. Comúnmente el moroi se
asocia al strigoi (un tipo de vampiro inmortal por el que puede ser
controlado), el varcolac o el pricolici, pero es siempre un vampiro
mortal. Como con otros vampiros, aquí el Cristianismo ha metido su rol
adoctrinador en el folclore, cosa que se refleja en la creencia de que
los moroi suelen ser gente que no fue bautizada.
Muroni:
Este vampiro es
propio de la región de Valaquia, en Rumania. Se cree que tiene la
capacidad de metamorfosearse en distintos animales, según cuál sea el
que le convenga para matar con más facilidad. Por eso es difícil saber
cuándo mata un animal de verdad y cuándo un muroni, aunque en teoría el
sello del moroni es la abundancia de sangre en la víctima.
Nachzeher:
Este vampiro viene de Kashubes, al Norte de Europa. Según se cree,
tiene la capacidad de matar a sus parientes por medios psíquicos, y
surge a partir de personas que mueren por suicidio o muerte accidental.
También alguien puede transformarse en un nachzeher si es atacado por
uno de ellos, pero su metamorfosis será después de la muerte. Por
último, existe la interesante creencia de que, cuando ocurre una plaga o
epidemia, la primera persona en morir por ésta se transforma en un
nachzeher.
Nelapsi:
Este vampiro eslovaco puede causar un gran daño a los seres
vivientes. Se dice que el Nelapsi ha devastado aldeas enteras, dejando a
su paso tanto personas como animales a los que les ha drenado la
sangre. Y su forma de matar es cruel, ya que desgarra con sus filosos
colmillos o aplasta con sus poderosos brazos a la víctima, torturándola
casi siempre que sobrevive a estos ataques. Según cuentan, la sed del
nelapsi es tan grande que se pasa cazando animales y personas hasta el
amanecer, cuando la luz del sol lo fuerza a guarecerse en su tumba.
Siendo extremadamente poderoso, el nelapsi tiene dos almas y dos
corazones, no le afectan las armas ordinarias y su fuerza y velocidad
son sobrenaturales, y hasta puede matar con la mirada cuando se ve
acorralado, además de que lleva plagas a donde quiera que vaya...
Neuntoter:
El Neuntöter es un vampiro alemán cuyo nombre significa "mata
nueve", ya que nueve son los días que precisa el periodo de metamorfosis
en el cual desarrolla todo su poder depredador. Una vez acabado ese
proceso, el neuntoter se levantará rodeado de una pestilente nube de
vapores, cosa esta bastante representativa de su función de heraldo de
la peste, ya que su particular hediondez pronostica que se desatará una
peste.
Ya que el neuntoter solo come cadáveres de gente que ha muerto por
pestes, cuando una peste se desata es conveniente sacar los cadáveres.
Por otra parte, si un niño nace con dientes, puede convertirse en
neuntoter, así que a fin de evitarlo, se lo exiliará del poblado junto a
su madre, al menos en los primeros días de vida.
Pero no todo está perdido con los neuntoter, pues se puede evitar
que alguien se transforme en uno de ellos si, cuando recién ha muerto,
se le entierra con una cuchara en la boca, quitándole todos los dientes
según ciertas versiones.
Pijavica:
Este vampiro
esloveno es el resultado de una vida inmoral. Así, alguien que haya
cometido incesto podría, tras morir, convertirse en pijavica, y una vez
que esto pase, se alimentará de la sangre de sus parientes y
descendientes...
Strigoi:
Es un vampiro rumano que gusta atacar en grupo y se puede matar poniéndole ajo en la boca o quitándole el corazón.
Sbenefici Benefici:
Poco se sabe de este particular vampiro italiano, salvo que es
enemigo mortal de cualquier otro tipo de vampiro y que, si te llegas a
meter con uno de ellos, te meterás con todos los demás, pues conforman
un clan.
Ubour:
Este tipo de vampiro búlgaro se genera cuando alguien muere violenta
y repentinamente, y su espíritu se niega a dejar el cuerpo. Entonces se
dan cuarenta días de vida subterránea, y solo en el día 41 el ubour
resurge de la tumba.
Primeramente el ubour realizará meros actos vandálicos como defecar
en las puertas de las casas, matar gallinas, perros y gatos. En este
periodo no entrará a casas humanas para beber sangre, sino solo para
romper vasijas o hacer otro tipo de travesuras destructivas. Según dicen
los estudiosos del folclore búlgaro, el comportamiento de este vampiro
sería como el reflejo del comportamiento de los niños inmaduros y
encaprichados que hacen malacrianzas para llamar la atención de sus
familiares.
Por otra parte, dicen que el aspecto de un ubour es prácticamente
igual al que tenía en vida, y que solo delata su condición por la leve
estela de chispas que deja al desplazarse.
Sus periodos de cacería van del mediodía a la medianoche, y come
carroña, insectos, de todo, dejando la sangre humana como última opción.
Sin embargo, en caso de que un ubour os acorrale, podéis conseguir su
misericordia dándole un caramelo o una rica barra de chocolate porque,
ya lo veis, tiene psicología de niño.
Upyr o upir:
Éste es el más
representativo de los vampiros rusos, y uno de los más perversos
especímenes que puede encontrarse en la fauna hematófaga. Sanguinarios e
imprudentes a la vez, ciertas crónicas hablan de upires que han acabado
con aldeas enteras en una sola noche.
Ningún upir se hizo upir por haber sido mordido por un upir. Todo
upir surge del cadáver de una bruja, de un hereje o de un hechicero, o
bien es el producto de la lujuria blasfema que se da cuando una bruja y
un hombre lobo fornican bajo la luz de la luna.
Diferente a otros vampiros, si bien el upir cuenta con una tez
pálida y una encía enrojecida, tiene unos poderosísimos colmillos de
hierro, que emplea para matar de forma muy sádica a su víctima, ya que
siempre muerde primero el tórax, y drena y drena hasta dejar como pasa a
la víctima, para después finalizar arrancándole y devorándole el seco
corazón... Por otro lado, el upir aumenta aún más su sadismo entrando a
las casas y atacando primero a los niños y después a los padres,
dándoles con ello el suplicio de ver morir a sus hijos...
Otra cosa que hace muy poderoso al upir es su facultad para cazar de
día, aunque prefiere hacerlo de noche. Podría entonces parecer misión
imposible el librarse de la acción de estos implacables chupa-sangres,
pero bastará con clavarle una estaca en su propia tumba para que sus
colmillos de hierro no vuelvan a la acción, e incluso unas gotas de agua
bendita serán suficientes para asustarlo cuando intente atacar; porque,
y cabe aquí recordarlo, el upir es de naturaleza muy anti-religiosa.
Ustrel:
Este vampiro búlgaro
surge de niños cristianos que nacen el sábado y mueren sin ser
bautizados. Son realmente excéntricos, ya que beben únicamente sangre de
vaca. Hasta aquí parecerían no ser muy peligrosos, pero el folclore
tiene relatos que hablan de ustrels que han acabado con todo el ganado
de tales o cuales familias, relegándolas a la miseria...
¿Qué hacer ante un hambriento ustrel cuando se tienen vacas? La
primera solución es provocar un incendio de forma tal que las llamas lo
alcancen, cosa que deberá hacerse cuando esté drenándole sangre a alguna
inocente vaca. La segunda solución, es esperar a que pase el tiempo,
pues se cree que un ustrel siempre será devorado por un lobo; pero,
hasta que eso suceda, lo más probable es que al dueño de las vacas ya no
le quede ninguna...
Upierczi:
Son vampiros originarios de Rusia y Polonia, y también se los conoce
como Viesczy. Surgen de gente que se ha suicidado, ha tenido una muerte
violenta o ha practicado la brujería. Pueden provocar sequías y odian
el agua dulce, pudiendo morir si caen en un río o un lago. En vez de
colmillos, tienen un aguijón bajo la lengua. Están activos del mediodía a
la medianoche, y se los puede liquidar si se abre su tumba y se quema
su cuerpo, aunque entonces surgirán montón de alimañas (ratas, culebras,
etc), y si se deja una sola con vida, el espíritu del upierczi volverá
para buscar venganza.
Vlokoslak:
También conocidos como Mulos, estos vampiros serbios generalmente se
manifiestan como personas vestidas de blanco. Pueden cazar tanto de día
como de noche, pudiendo metamorfosearse en caballos y ovejas. Cuando
atacan, no solo beben la sangre de la víctima sino que devoran su carne,
acabando así con su vida. Sin embargo, se los puede matar cortándoles
un dedo del pie, o apretándoles una uña en el cuello.
Varacolaci:
Este vampiro rumano
es uno de los más poderosos. Se cree que tiene la capacidad de ocasionar
eclipses lunares y solares, además de que puede transportarse
astralmente. Sin embargo, su aspecto es el de un simple humano con la
piel pálida y seca.
Volkodlak:
Este vampiro de Eslovenia tiene el singular poder de transformarse
en hombre-lobo. No es muy peligroso ya que solo caza para sobrevivir,
pues necesita alimentarse aunque sea inmune a la vejez y la enfermedad.
Dicen que un volkodlak puede surgir cuando una persona lleva puesta una
piel de lobo y ésta se fusiona con su cuerpo, y también se cree que,
cuando un bebé nace inusualmente velludo, es un volkodlak. Pero librarse
de estos vampiros no es difícil, basta con colocar una moneda en la
boca del cadáver sospechoso de poder transformarse en volkodlak.
Vrykolakas:
Los vrykolakas son vampiros que solo cazan de noche y tienen
complexión robusta, además de que rejuvenecen con cada ingesta de
sangre. Su origen se remonta a Macedonia, Grecia y los Balcanes. No son
muy peligrosos dentro del folclore eslavo, ya que prefieren beber sangre
de animales antes que de humanos, e incluso, antes de llegar a una
aldea, alertan de su presencia con un largo aullido. En cambio, en la
región egea existe la leyenda de que el vrykolakas recorre los pueblos
golpeando puertas y azotando ventanas, llamando a los residentes por su
nombre y matando a quien no sepa que no debe responder palabra alguna...
Con el paso de los años, el temible vrykolaka crece en poder, pero
su inteligencia disminuye, por lo que no le sirve mucho lo primero... En
todo caso, es posible matarlo si el sábado (único día en que regresa a
su tumba) se desentierra su cuerpo, se lo aparta del ataúd, se lo
estaquea, se lo decapita, y finalmente se lo crema...
Vrykolatios:
Estos vampiros
vienen de Santorini, un archipiélago griego situado al sur del mar Egeo.
Son muy originales en la fauna vampírica, ya que son obesos y siempre
surgen de personas que constantemente se abandonaban a los excesos
gastronómicos, siendo por ello natural el voraz apetito que impulsa a
este vampiro con sobrepeso y un estómago capaz de alojar la sangre de
las nueve víctimas que puede cargarse en una sola noche cuando realiza
alguna de esas imprudentes incursiones a aldeas que tan necesarias le
son para completar el festín que su voracidad precisa.
Según cuentan, la glotonería del vrykolatos no le permite vivir
mucho, puesto que para satisfacerla pone en riesgo su vida al atacar
sitios con varios humanos. Y es que es una glotonería que ni siquiera
cesa cuando descansa en su ataúd pues, según cuenta una leyenda, una vez
un grupo de hombres armados fue a buscar la tumba de un vrykolatios y,
al abrirla (si es que no se había reventado antes...), lo pillaron
masticando los restos de su última desmesura gastronómica...
Zmeu:
Este tipo de vampiro es propio de Moldavia. Asume la forma de una
llama y entra en la habitación de una muchacha o de una viuda joven. Ya
adentro, la llama se convierte en un atractivo hombre que las seduce,
para después chuparles la sangre.
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