El círculo es un símbolo antiguo y universal, cuyo poder y movimiento actúan en el reino físico y en el espiritual; simboliza la rueda de la vida que da vueltas constantemente y refleja su perpetuo girar en nuestras vidas. No tiene principio ni fin, lo que nos recuerda, que podemos iniciar nuestra danza en cualquier punto y convertirnos en creadores. Representa todo lo que no es manifiesto, a la vez que todo es posible. Simboliza el seno materno, las energías femeninas primigenias, la iluminación, la intuición y la imaginación creativa. La divinidad femenina, en su símbolo del círculo, es la puerta por la que podemos salir y entrar en los misterios de la vida.
El círculo tiene un aspecto interior y otro exterior; éste último son las actividades de nuestra vida corriente.
El interno es el poder de la creatividad del que podemos beber para transformar la realidad exterior. El aspecto externo es lo masculino y el interior lo femenino. Cuando fundimos los dos mediante la danza se libera una energía creatiz innata y se produce un nuevo nacimiento.
El círculo es el símbolo por autonomacia de un ciclo, y nos da una imagen sin principio ni final, como es nuestro verdadero ser, nuestro espíritu. El círculo de la vida misma es un ciclo, las estaciones del año, las horas, los cumpleaños, las costumbres y tradiciones; vas a un lado y regresas, alfa y omega, la fuente y el destino. El círculo representa hermosamente el viaje del héroe al que todos estamos llamados a hacer en algún momento de nuestras vidas. Y en Nueva Conciencia tenemos la idea de que cada ciclo nos ofrece la oportunidad de volver a empezar pero con una perspectiva diferente si así se elige. Cada ciclo es la oportunidad de aprender la lección para poder elevarnos a un estado de conciencia de mayor plenitud. El círculo es un símbolo universal porque representa experiencia sucediendo todo el tiempo, es el ir y venir de la experiencia humana. De esa manera, experimentamos lo circular cotidianamente con la opción de mejorar en cada vuelta, y es entonces que así hacemos alusión a un mandala Nueva Conciencia.
Un mandala (palabra de origen sánscrito que significa círculo) es una ronda de energía, un círculo mágico que lleva al encuentro con uno mismo en un intento de ser mejor. Viaje desde y hacia el centro, hacia el encuentro con el Ser. Viaje de la humanidad, búsqueda del uno. El universo entero en su esquema esencial. Un psicosmograma. La desintegración de lo uno en lo múltiple y la reintegración de lo múltiple en el todo. Desde el hombre que pone en el centro de sí mismo el principio de la propia vida, la semilla divina, la luz que brilla dentro de él y que se expande y se propaga y desarrolla entorno de ella. Es guía de salvación. Suscita el conocimiento liberador. En general representa el cosmos en relación con las potencias divinas. El círculo significa iluminación y la perfección humana para la doctrina Zen. En el arte cristiano aparecen las rosetas, generalmente en vitrales permitiendo el pasaje de la luz y que son representaciones del "sí mismo". Es un mandala la rosa blanca revelada al Dante. Es un mandala los halos de los santos católicos, la representación iconográfica de Cristo y los cuatro apóstoles. Todo esto tiene el círculo como hermosa fuerza arquetípica manifiesta en un mandala.
Dice Joseph Campbell: "Al hacer un mandala por ti mismo, dibujas un círculo y después piensas en los diferentes sistemas de impulsos y de valores que hay en tu vida. Posteriormente los compones y tratas de descubrir dónde está tu centro. Hacer un mandala es realizar una disciplina tratando de reunir todos los aspectos dispersos de tu vida, para hallar un centro y ordenarte con relación a él. Tratas de coordinar tu círculo con el círculo universal."
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