COMO USAR LOS COLORES

En principio, parece que la forma obvia sería utilizar directamente una luz coloreada sobre el paciente o la zona afectada que se quiera tratar. Por supuesto así es, pero no olvidemos que el concepto de la cromoterapia es fundamentalmente energético, por lo que también pueden ser usados elementos materiales, cuyas propiedades admiten ser cambiadas o potenciadas por su exposición a la luz o a los colores directamente.
Los elementos más energetizados que se usan como medicamentos cromoterápicos son el agua, el azúcar, el aceite y algunas veces, el vino y el aire. Qué duda cabe, los alimentos también tienen un efecto cromoterapéutico según sus colores.

Cómo se cargan los colores: El sistema más fácil y más frecuentemente utilizado es el de colocar la sustancia en recipientes de cristal coloreado expuestos directamente a la luz del sol.
Cada sustancia tiene un tiempo mínimo de exposición, aunque, por supuesto, cuanto más tiempo se la mantenga en esa operacion mejores y más duraderos serán sus resultados.

-El agua, así como el vino, debe exponerse un mínimo de cuatro horas.

-El azúcar precisa, como poco, dos semanas.

-El aceite necesita, por lo menos, cuarenta días de irradiación solar constante.

-El aire puede cargarse en unos pocos minutos; al respirarse directamente de la botella se consigue, en los conductos respiratorios, la acción estimulante o sedante correspondiente al color utilizado.

Esta carga no se mantiene constante y es preciso renovarla a menudo, dependiendo de la tonalidad de que se trate: así, el agua contenida en una botella azul, que es un color antiséptico, mantendrá su actividad durante muchos meses, pero si es de color rojo o amarillo precisará ser recargada cada tres semanas en invierno y una vez por semana en verano, debido a que la irradiación solar es mucho mayor e intensa.

Como se usa el color dírectamente: Como sistema más común se utiliza una linterna o foco con suficiente potencia (de unos 60-100 w. o su equivalente es lo ideal), en cuya fuente de luz se adaptan transparencias con los colores puros requeridos o sus combinaciones mas frecuentes. Poniendo y quitando las distintas transparencias pueden conseguirse secuencias y rápidos cambios del color de la luz emitida, ideales para los distintos tratamientos.

LOS COLORES

TODO el mundo sabe que una habitación pintada de verde proporciona un clima sedante, en tanto que casi nadie ignora que los cabarets utilizan las luces rojas precisamente para recrear o propiciar un cierto ambiente erótico. Por eso, aparte de su sistematización terapéutica, los colores responden a un proceso bastante básico, no sólo desde el punto de vista físico sino también a niveles más profundos de nuestro subconsciente.

EL ROjO. Es un color caliente, yin, que estimula la vitalidad general del organismo. En el aspecto circulatorio el rojo es adecuado para la hipotensión, la impotencia masculina de causa vascular y en las enfermedades vasculares en que existe alteración circulatoria sin hipertensión, asímismo es indicado en las anemias, ya que favorece la multiplicación de los glóbulos rojos.
En cuanto al sistema nervioso, el color encarnado ayuda a superar los estados de decaimiento, las enfermedades crónicas como el reumatismo, las bronquitis y, en las mujeres, es oportuno en las reglas dolorosas o dismenorreas. Centrado en el aparato digestivo es eficaz en los problemas de digestiones lentas, estreñimientos, vesícula perezosa y gastritis. La piel se beneficia del estímulo del rojo, que también resulta útil para aumentar la fuerza de voluntad y la paciencla.

EL NARANJA. Mezcla de rojo y amarillo, el naranja es un color yin, caliente y alegre, muy indicado para estimular, pero sin llegar a tener la fuerza del rojo.
Se prescribe especialmente para el reumatismo crónico, el asma, la bronquitis propia del fumador, la gota, cólicos biliares, la epilepsia y muchos problemas de la menopausia.

EL AMARILLO. También caliente, es un color que inspira, vitaliza y estimula. Por eso, se emplea en problemas de estreñimientos de todo tipo, indigestiones y flatulencias o aerofagias.
Las enfermedades crónicas de la piel como el eczema, psoriasis y muchas urticarias se benefician de su acción. También ayuda a aliviar las hemorroides y facilita el flujo urinario, por lo que puede ser usado en el tratamiento de la hipertensión como diurético moderado... y, por si fuera poco, el amarillo agudiza el intelecto y la capacidad de aprendizaje.

EL VERDE. Color yang, sedante y calmante, tanto fisica como psíquicamente.
En especial es útil para la vista, que tiende a conservar y fortalecer.
Va muy bien en los casos de hipertensión arterial, neuralgias de todo tipo, enfermedades del corazón, dolores de cabeza y gripes. Ayuda a calmar los dolores del cáncer y en general todo tipo de afecciones dolorosas de carácrer crónico o agitaciones de tipo histérico, como los clásicos "ataques de nervios".

EL AZUL. Es uno de los colores más usados en cromoterapia por su carácrer sedante, yang, refrescante, antiséptico, antiinflamatorio y antiespasmódico.
Es ejemplar en los casos de fiebres, dolores de cabeza y de muelas, vómitos, diarrea, cólicos y, en general, en todos los problemas que cursan con espasmos o dolores de cualquier tipo.
De los colores, es el antiinfeccioso por excelencia, pudiendo usarse, por tanto, desde las cojuntivitis supuradas hasta anginas, infecciones urinarias o bronquitis agudas.
Cicatriza las heridas y alivia las quemaduras.

OTROS COLORES usados en cromoterapia con frecuencia son el ÍNDIGO, el VIOLETA, y el PURPURA.
El ÍNDIGO es muy útil en neumonías, asma, indigestión, catarros y trastornos de la menstruación.
El VIOLETA tiene un efecto estimulante de las funciones superiores espirituales y de la intuición. También ayuda a combatir el insomnio y aumenta los glóbulos rojos de la sangre.
El PÚRPURA vigoriza y fortalece los pulmones y riñones. El agua o el azúcar cargadas de púrpura estimulan el apetito, ayudan en las funciones del hígado y favorecen la digestión.

LAS DOSIS

EL agua tratada cromáticamente puede tomaRse en dosis de tres cucharadas diarias, mejor antes de las comidas o en ayunas. Los niños tomarán dos diarias. En el caso de "agua púrpura" las tomas pueden hacerse antes o después de las comidas, y el agua o el azúcar cargados de amarillo deben tomarse por la mañana, al levantarse.
El azúcar energetizado se tomará en dosis de una cucharadita, de las de moka o de las de café, con la misma frecuencia y las mismas precauciones que las aludidas en las tomas del agua.
El aceite se aplicará en friegas externas, sobre todo en los casos de enfermedades de la piel, con una frecuencia de tres o más veces diarias.
Las radiaciones directas de luz coloreada deben seguir unas pautas muy bien diferenciadas:

1.- Las sesiones deben plantearse mediante tratamientos a diario y secuenciados, ya que en muchos casos los efectos no aparecen hasta el tercer o cuarto día, y se van manifestando progresivamente a lo largo de las jornadas siguientes.

2.- Si a la segunda o tercera sesión no se encuentra el alivio buscado debe cambiarse de pauta, porque la secuencia no ha sido bien planteada.

El desarrollo de una sesión es siempre el mismo: un tiempo de irradiación que se llama prolongado, y que consiste en la zona enferma durante cuatro minutos a la luz del color elegido. Luego, se aplica un tiempo de irradiación llamado breve con el color complementario durante diez segundos cuatro veces seguidas con espacios de setenta y cinco segundos, en que la zona afectada se cubrirá con un paño negro para eliminar la luz ambiental. Finalmeme hay que mantener la zona al abrigo de la luz durante veinte minutos.

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