En la oscuridad (Sgo del Estero, historia de terror real)

Hace tiempo que escucho el programa radial "La Noche de los Guardianes" el cual tiene un segmento semanal donde relatan distintas vivencias paranormales acaecidas en distintas parte del Norte Argentino, tome como hobby transcribir aquellas historias mas impactantes para compartir con uds.


Si vas a comentar hacelo con el debido respeto, pensar distinto no te da derecho para agredir de forma arbitraria....


Maquinola te dejo un sound track para ambientar, Aguantiiiiaa hasta que cargue el post...




link: https://www.youtube.com/watch?v=xP3zLExMIzE

"EN LA OSCURIDAD"


Hola guardián, antes de comenzar quiero decir que me ha costado bastante juntar valor para poder contarte sobre esta historia, la cual provoco un cambio total en mi vida, tan así es, que desde aquella noche no he vuelto a ser el mismo, mi relato es una historia de terror pero también de mucha desesperación.





Tengo 60 años, hace unos 25 años atrás me encantaba salir de pescar con un grupo de amigo muy íntimo, en enero del 91 planeamos una pesca en la costa del rio salado (afluente de agua ubicada en la región chaqueña de Santiago del Estero), iría con mis amigos, Benjamín apodado “tato” y Carlos, nos encantaba ir a esa zona por el hecho de haber buen pique por las noches (este lugar nos los hizo conocer un baqueano de la periferia, en esa ocasión seria la cuarta vez que iríamos allí).





La noche previa del viaje, Carlos repentinamente cancelo la salida tenía que quedarse a cuidar a su mama que se había enfermado, luego de hablarlo con "tato" decidimos ir los dos nomas, salimos el sábado a las 7 de la mañana tuvimos llegando como a eso de las 12 delmediodía, para arribar al rió, una vez que se terminaba el pavimento de la ruta debíamos recorrer un camino de tierra.




Tuvimos perdidos por media hora, ninguno de los dos podía recordar de modo certero el camino, a eso sumémosle el hecho de haber distintos senderos de tierra que convergían en ese tramo principal, aun con estas dificultades pudimos arribar a la orilla del rio, desde donde estábamos a unos 100 metros se levantaba un “puestito” (casa para refugios) un piecita chiquita de madera, techo de chapas de nomas 3 x 3. (Una prefabricada que solo era un espacio vacío, solo servía para el resguardo de los pescadores).





En fin acomodamos todo, tiramos las cañas en el rio y nos fuimos a buscar leña para poder armar el fuego y hacer el asado, terminamos de comer como a las 14 e inmediatamente nos pusimos a pescar y a tomar, nos pasamos hablando tonteras, lamentando que Carlos no hubiera estado con nosotros, de esta forma se pasó volando la tarde.





A esos de las 19 el clima comenzó a cambiar de forma drástica, el cielo se nublo y a lo lejos se veían nubes se avecinaba una tormenta de aquellas, mas allá de esto con "tato" decidimos pasar la noche en el lugar, llegaba las 22 armamos el fuego y tiramos un pescado a la parrilla, después de comer seguimos tomando.





Pasada la medianoche comenzó a llover con todo, alzamos las cañas, guardamos la comida y nos refugiamos en la camioneta, ya en la cabina mi amigo tato me dice “che negro y si nos vamos? mira cómo se puso de feo”, por mi parte no tenía ánimos de volver así que insistí en quedarnos, (fue en ese instante que me acorde del refugio, le hable de esto a "benja" y este acepto al final).





Recorrimos en mi camioneta la distancia hasta el refugio y una vez allí volvimos a salir para traer las brasas que aún quedaban encendidas, en la mitad de la piecita hicimos un pequeño fuego y luego de acomodarnos bien nos pusimos a tomar un fernet, estando ahí la tormenta aumento aún más hasta el punto de preocuparnos por el barrial que se iba armar





Paso una hora, ya habíamos entrado en confianza con el lugar, para hacer más amena la noche nos pusimos hablar del cumpleaños de un amigo que iba a ser la semana entrante, estábamos planeando como iba a ser la organización cuando de pronto vemos pasar por la puerta a una persona que tropieza y cae pesadamente al piso, no nos dio tiempo para reaccionar porque velozmente se reincorporo y siguió caminando.





Mi instinto hizo levantarme rápido para salir, pero me dio un escalofrió tremendo, un miedo infundado que me paralizo por completo, por lo que decidi esperar unos segundos, agarre un cuchillo y me arrime sacando la cabeza por la puerta. Al ver hacia fuera no vi nada, estaba por introducirme de nuevo hasta que sentí un chistido “shh, shh, shh” direcciono la mirada hacia el lugar que supuse era su origen y a unos cinco metros en el tronco del árbol había una persona en cuclillas y la cabeza agacha.





Prácticamente era una sombra, le digo a mi amigo que prenda la lámpara, tarea que hizo inmediatamente, me pregunto qué estaba pasando a lo que respondí “no se negro creo que hay alguien afuera”, tato se acercó a mi lado y hablo “que te pasa vieja, no nos hagas asustar”, yo por mi cuenta pensando que era alguien de la zona lo invite a entrar “amigo si queres venir con nosotros, veni asi no te mojas”, al instante vemos como esa persona se levanta y se pierde en medio de la oscuridad del monte.





Juro que al instante de ver como se incorporaba, sentimos una voz ronca atrás nuestro “aquí estoy”, nos damos vuelta asustados y vemos a una persona imponente de dos metros, con mucho vello prácticamente el cuerpo estaba plagado de pelos, los ojos completamente rojos, en la boca sobresalían dos colmillos horrendos, la cara alargada similar a un cerdo con una quijada muy prominente.,





Tato fue el primero de los dos en salir corriendo del refugio, pero nuestra salida estaba cercada por un perro enorme que mantenía la boca abierta, con la lengua jadeaba desesperadamente, es algo que difícilmente me crean pero las gotas de agua que caían en el cuerpo de aquel animal se evaporaban en el momento que hacían contacto con esa bestia, mi amigo cayo sentado, las piernas le temblaba de forma atroz.





Aun sin entender pero sabiendo que era algo maligno, me volvi adentro y pregunte “que queres?” con lo que solo obtuve como respuesta “nada, vos me invitaste a entrar” con una voz tan ronca y gutural, mi amigo tato arrodillado tapándose la cara con sus manos se largo a llorar, mientras se persignaba sin levantar nunca la mirada.





Las piernas se me aflojaron de los nervios y retrocedí unos pasos chocando contra la pared de la piecita, histérico agarre con mi mano derecha el crucifico que llevaba en el pecho, pero inmediatamente hecho esto aquella aparición me dijo “eso no está bendito, de nada sirve rezar vos no crees en él, nadie te va a escuchar” (me entro un miedo tan profundo que carcomió mis huesos enteramente, yo sabía bien que esa cruz no la usaba por devoción, ni estaba bendita, solo la utilizaba como ornamento).





No sabía qué hacer, solo largue un murmullo ahogado “no nos hagas nada por favor” a lo que ese demonio me respondió escuetamente “vos me invitaste a entrar”, tato comenzó llorar desesperado en el suelo mientras decía “por favor ándate no, nos hagas daño”, nuevamente la aparición hablo “alguien muy cercano de uds va a morir dentro unos días”.





Al terminar de escuchar esto reaccione y quise huir, trate de levantar a mi amigo luego de unos intentos pude levantarlo, este quitándose las manos del rostro se quedó mirando fijamente aquel hombre (estuvo así unos segundos) hasta que lo veo caer desmayado a la tierra, me acerque gritándole que se levantara.





Impotencia tan grande de ver a mi amigo tirado en el suelo sin saber que hacer, pude apreciar en ese momento como se formo una suerte de remolino en la pieza desparramando todas las brasas e inundando en el lugar una risa tan diabólica que me estremeció entero, duro nomas un leve lapso al calmarse las cosas veo que ya nadie había en el lugar, el perro que estaba cuidando la entrada comenzó a correr en dirección a los yuyos mientras aullaba de forma atroz.




Le comencé hablar a tato, “levántate por favor, vámonos negro ya no hay nada” me gano la desesperación y lo alce como pude y así arrastrándolo apenas llegamos a la camioneta, arranque la máquina y me mande por medio de los senderos.





Haciendo malabares intentaba salir del monte, pero era casi imposible, el perro se me aparecía de la nada, me ladraba por momentos luego se perdía en los pastizales, y metros más adelante volvía a reaparecer, era el familiar aquella bestia demoníaca que tantas veces había oído en distintos relatos, ahora me estaba acechando.




Luego de una hora interminable pude salir y dar con la ruta, me sentía tan aliviado al ver el pavimento, mas tranquilo trate de hacerlo despertar a tato por medio de unas cacheteadas, al no ver ninguna reacción por su parte me asuste, tome velocidad con la chata y maneje hasta dar con una casa.




Me baje rápido y comencé a gritar pidiendo ayuda, a los minutos salió un hombre mayor con dos muchachos jóvenes, les explique lo vivido y entre los cuatros tratamos en vano lograr que reaccionara, el padre de los jóvenes me dijo al escuchar mi historia “muchacho no sabías que allí hay una salamanca, no se puede entrar todos los días al rio”.




Quede shockeado con tal afirmación, mi desesperación aumentaba más aun al ver que mi amigo no reaccionaba, el hijo más grande de aquella familia me dijo de ir a ver un policía de la zona que él nos podría ayudar, subimos los tres en la camioneta y salimos en busca del “cana”.
Llegamos a la casa de este hombre, al ver a tato inconsciente se comunicó por su “handie” con la comisaria para que mandaran una ambulancia, esta tardo media hora en arribar a nosotros, lamentablemente aun con los paramédicos no se pudo hacer nada por mi amigo, él ya había muerto producto de un infarto cardiaco (se murió del susto o mejor dicho el susto lo mato).





Fue todo muy triste y complicado, quede detenido por varios días hasta el resultado de la pericia forense, algunos policías al tomarme la declaratoria no creían la versión que les daba, pero al no haber pruebas en mi contra me tuvieron que soltar, al llegar a mi casa me fue muy difícil presentarme en la casa de mi amigo y explicarles a su familia el evento tan extraño que se había cobrado la vida de tato.





Luego de hablar con ellos, a los pocos días mi amigo Carlos fallece en un accidente de tránsito, instintivamente me acorde de la profecía nefasta de aquel hombre dada en esa noche trágica que partió mi amigo tato, entre en depresión y me recluí mi habitación por varios meses evite salir de mi pieza.




Muy paranoico me refugie en la iglesia (si bien no me sentía seguro, estando en la iglesia es el único lugar donde me tranquilizo y no ando nervioso) un cura del lugar, con mucha asistencia me hizo volver un poco en sí, nunca más salí a pescar , ademas cambie mi vida deje de tomar y trato de llevar una actitud de respeto a Dios.




Algo que me traumatizo bastante y que omití relatar es que al estar con aquel hombre en la pieza, yo podía sentir un olor horrible a putrefacción tan hediondo que es difícil de describir se asemejaba al olor de un huevo podrido, tiempo después me entere que el azufre desprende la misma fragancia.
Aun hoy aquel espíritu maligno me sigue acechando, se me presenta de noche en medio de pesadillas riéndose de mí, señalándome con su mano, es tan horrible lo que vivo que uds ni siquiera se harían una idea y así amigos siendo un hombre grande de 60 años debo dormir con la luz encendida…