El viernes 8 de marzo de 2025, Bahía Blanca fue azotada por un temporal de lluvias torrenciales y fuertes vientos. Las precipitaciones superaron los 300 milímetros en pocas horas, provocando inundaciones repentinas en gran parte de la ciudad.
Las consecuencias fueron graves: calles convertidas en ríos, más de mil personas evacuadas y, lamentablemente, la pérdida de vidas humanas, con al menos 15 fallecidos confirmados y más de 1450 evacuados. Los daños materiales fueron masivos, afectando viviendas, comercios e infraestructura pública. Además, se registraron numerosas denuncias por personas desaparecidas, lo que generó una intensa búsqueda y rescate.
La respuesta de emergencia fue inmediata, con el despliegue de bomberos, policía y personal de defensa civil. Se habilitaron centros de evacuación para los damnificados y se lanzaron operativos de búsqueda y rescate. El gobierno provincial y nacional brindaron asistencia y recursos para la emergencia, mientras que la comunidad bahiense se movilizó para ayudar en las tareas de rescate y auxilio.
La magnitud de las lluvias y la rapidez de las inundaciones sobrepasaron la capacidad de respuesta inicial. La búsqueda de personas desaparecidas se convirtió en una prioridad. La solidaridad de la comunidad se manifestó en la colaboración para ayudar a los afectados. La ciudad se encuentra en estado de emergencia, con tareas de reconstrucción en marcha.
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